La seguridad es uno de los sectores más competitivos. Debido a esto cada empresa debe innovar para no ser superada por sus rivales. Sin embargo la innovación implica riesgos, innovar significa cambio y puede que dichos cambios sean a peor. Para minimizar los riesgos y costes asociados es necesario aplicar metodologías eficientes, como el growth hacking.

El growth hacking se caracteriza por realizar pruebas a pequeña escala para verificar que estrategias aportan crecimiento y cuáles no. De este modo en caso de que las estrategias no funcionen solo se habrá destinado una pequeña cantidad de recursos. Cuando se encuentre una estrategia que funcione se llevará a cabo a gran escala. De este modo se minimizan los riesgos y se maximizan los beneficios.

Para llevar a cabo esta metodología será necesario definir que es beneficioso y que no, es decir que nos traerá crecimiento y que no. Las métricas clave serán aquellas que nos indiquen esto con mayor precisión, como el ingreso promedio por cliente, los ingresos anuales o el número de empresas al que se le da servicio. 

Tras esto estableceremos objetivos destinados a mejorar dichas métricas. Los objetivos deben ser SMART, es decir, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y oportunos. Ejemplos de esto serían aumentar los ingresos mensuales un 5% en un periodo de cuatro meses, dar servicio a dos empresas más en un mes, contratar cinco empleados cualificados en dos meses.

Las estrategias que probaremos para alcanzar estos objetivos se llaman palancas. su eficacia se demostrará a través de experimentos.

Es imprescindible que el cliente confíe en tu empresa para que use tus servicios más tiempo, ¿Cómo generamos dicha confianza? ¿Qué campañas o qué pautas de actuación pueden ayudarnos a lograr estos objetivos?

Hemos de conseguir que te elijan entre los demás. Hay mucha competencia en este sector y por tanto muchas opciones entre las que elegir, ¿Cómo podemos destacar entre las demás para que nos elijan a nosotros? Para dar un buen servicio y conseguir que tu empresa tenga una buena reputación deberás tener un personal cualificado y competente. Para ello deberás evaluar periódicamente a tus empleados, programar cursos y llevar a cabo un riguroso proceso de selección. Así podrás encontrar a los mejores candidatos para cada puesto en función de las necesidades del servicio y el cliente.

Asegúrate de que tus clientes estén satisfechos con el servicio. Para conseguir que tus clientes se queden y confíen en su empresa tendrás que saber tus puntos fuertes y tus debilidades, por ejemplo, con encuestas de satisfacción,

• ¿Cómo serán estas encuestas?
• ¿Cada cuánto tiempo se harán?
• ¿De qué modo las centraremos en el cliente?
• ¿Cuál será el método a encuestar?

Para responder estas preguntas haremos uso de experimentos rápidos y económicos. De este modo desarrollaremos un mejor entendimiento del negocio que nos permitirá ejecutar estrategias más eficientes.

Para evitar que aquello que aprendamos quede en el olvido es necesario anotar toda la información relevante en aprendizajes. Si somos constantes y mantenemos un registro continuo de las acciones llevadas a cabo a lo largo del tiempo dispondremos de mucha información valiosa en el futuro.

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